He vuelto y vengo con las pilas cargadas porque hace dos días llegué de un viaje alucinante... así que estoy un poco depre por volver a la rutina pero con ganas de hacer muchas cosas :)
Hoy os enseño unos cupcakes un poco especiales. Los hice para darle una sorpresa a mis cuñados, que están esperando un bebé y estamos todos requetecontentos.
Va a ser niña (por fín, despues de tantos niños en la familia puedo hacer cosas rositas!) y se va a llamar Chloe.
Así que, en su honor, y para que se lo zampen sus papis, les hice unos cupcakes rositas con una C bien grandota y cargada de purpurina.
El bizcocho es el de siempre de vainilla (tenéis la receta aquí) y para la buttercream utilicé Nesquik de fresa que le da ese gustito como a batido de fresa riquisimo.